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Existen diferentes tipos de pieles, las cuales cuentan cada una de ellas con unas características distintas que las hacen particulares. Esto significa que el cuidado distará de unas a otras, por lo que es importante identificar con claridad nuestra tipología en concreto, a la vez que conocer los consejos de cuidado piel que nos ayudarán a mantenerla siempre en las mejores condiciones posibles.
Cada persona tiene un tipo de piel determinada, lo cual motiva un cuidado piel que será más adecuado en cada caso.
• Piel normal: se trata de un tipo de piel que es muy regular y sin imperfecciones. No requiere demasiados cuidados ya que de forma natural se mantiene en buenas condiciones y limpia. Los poros son pequeños y no presenta brillos.
Es muy importante que estudiemos bien el tipo de piel que tenemos, ya que a partir de ahí podremos optar por un tratamiento mejor adaptado e nuestras necesidades.
Aunque tengamos un tipo de piel que podamos definir y diferenciar de entre los cuatro posibles, con el paso de los años puede ir variando, dando lugar a otros tipos o incluso a la presencia de piel atópica, por lo que es imperativo que estemos atentos y vayamos adaptando los cuidados a nuestra evolución y necesidades en cada momento.
En cualquier caso es importante que analicemos las diferentes alternativas que tenemos a nuestra disposición para nuestra piel, estableciendo unos cuidados que deberemos cumplir si tenemos la piel seca, grasa o muy especialmente cuando se trate de piel atópica o con problemas de algún tipo.
Además de los tratamientos más adecuados para cada uno de los tipos de piel, deberemos tener en cuenta también una serie de recomendaciones con el objetivo de conseguir que esté siempre en las mejores condiciones que sea posible:
Identificar nuestro tipo de piel es un primer paso para garantizar sus cuidados, ya que de esta forma podremos enfocarlos de un modo más completo y eficiente, teniendo siempre en cuenta las recomendaciones que os hemos dado para garantizar que cuenta con todos los nutrientes necesarios a la vez que la protegemos frente a las agresiones tanto internas como externas.